Sin escalas para descansar: así es la vida de Adriana Zuleta Andonova, la gimnasta rítmica búlgara con corazón bogotano
- El Equipo Bogotá de gimnasia rítmica ganó una medalla de oro en la modalidad por equipos, y allí destacó Adriana, una joven gimnasta de tez blanca y ojos verdes, que, junto a su excelsa técnica, esconde una historia fascinante detrás.
Armenia, 26 de noviembre de 2024.- Cuando varios países del mundo estaban pasando por el proceso de industrialización, en el que dejaron de utilizar la agricultura como fuente primaria de la economía y pasaron a darle importancia a las grandes maquinarias y fábricas, la curva descendente del siglo XIX fue la del nacimiento de la práctica de diversas disciplinas deportivas en Europa, en donde eran vistas como un complemento a la educación para las clases altas en sus tiempos libres.
Los famosos clubes sociales de Reino Unido fueron la cuna de deportes como el fútbol, tenis, cricket, polo, rugby y otros más. Y quizás, motivados por esta nueva manera de encontrar cómo educar el cuerpo humano y ejercitarlo, otros países se animaron a desarrollar más disciplinas en las que plasmaron un poco de su cultura.
En Suecia, a Per Henrik Ling se le atribuye haber encontrado la forma armoniosa de combinar el movimiento físico con la música -sobre todo la clásica-. Más adelante, a inicios del siglo XX, el suizo Emile Jacques-Dalcroze evolucionó el invento de Ling para convertirlo en una danza en el que la música sirviera de inspiración para realzar el movimiento del cuerpo humano de una manera estéticamente bella y limpia.
A esta práctica se le conoció en un principio como euritmia, pero con el tiempo se fue convirtiendo en una disciplina deportiva que hoy se le sigue llamando gimnasia rítmica y que es insignia dentro de los Juegos Olímpicos desde que entró a su programa oficial por primera vez en Seúl 1988. Desde entonces, Rusia, Bielorrusia, Ucrania y Bulgaria se han convertido en las potencias mundiales de este deporte.
Por este último contexto es que llamó mucho la atención -bastante, si se quiere- una atleta en particular que hizo parte del Equipo Bogotá de gimnasia artística en los Juegos Nacionales Juveniles 2024. Su nombre -Adriana Zuleta-, pasó por desapercibido, pero su contextura física, su porte al entrar a la arena, y su tez blanca, ojos verdes y pelo castaño, hacían sospechar que algo se escondía detrás de ese apellido que comparte con uno de los más grandes compositores del vallenato en Colombia.
En verdad así era. El segundo apellido de Adriana, el de su madre Nora, es Andonova. Esta joven gimnasta nació en Bulgaria hace 14 años, pero a los 5, su padre tomó la decisión de pegar la vuelta a su país de origen y se radicaron en Bogotá. Un año más tarde, a los 6, Adriana empezó a practicar gimnasia artística, y a los 7, entró a una academia de ballet. Su pasión por estas dos disciplinas creció hasta que encontró un deporte en el que podía practicarlas en simultánea: la gimnasia rítmica.
Nora Andonova, búlgara radicada en Colombia y madre de Adriana, fundó un club de gimnasia rítmica en Bogotá y allí matriculó a su hija para que empezara a pulir su técnica y encontrar ahí un pasatiempo que reemplazara el ocio después de la jornada escolar. Zuleta Andonova sorprendió por su talento, y casi sin planteárselo, de sopetón comenzó a competir y a tener en su cabeza la idea de iniciar una carrera prometedora a nivel deportivo.
"La verdad, esta es una experiencia muy importante porque, primero que todo, son los primeros Juegos Nacionales Juveniles, y a mí me encantó la idea de ser parte de un evento así de histórico. Segundo, siento que tengo la responsabilidad de ayudar al equipo porque las otras dos gimnastas, no quiero decir que me necesitan porque obviamente hay muchas niñas muy buenas también, pero si me llaman yo siento la responsabilidad de venir a ayudarle al equipo", explicó Adriana por su decisión de venir a Armenia con el Equipo Bogotá, hablando un español perfecto.
Adriana Zuleta se devolvió a vivir a Bulgaria en diciembre de 2022 en búsqueda de un futuro más auspicioso en lo académico y en lo deportivo, pues en ese país la gimnasia rítmica es uno de los deportes bandera y el desarrollo que hay la ayudará no solo a crear un camino más cerca del profesionalismo, sino también a ampliar su conocimiento para traerlo a Colombia y a ayudar a que esta disciplina pueda desarrollarse de una mejor manera.
Para esta joven de 14 años la distancia no es problema. Su madre le inculcó la disciplina para llegar lejos y por ello ella tiene claro que los sacrificios son parte del proceso al éxito. Su jornada en Sofía, la capital búlgara, es bastante ajetreada. Va al colegio de 8:00 a.m. a 1:00 p.m. A la 1:30 p.m. ya está en el gimnasio entrenando y termina a las 8:00 p.m. Media hora más tarde regresa a casa para estudiar y a hacer tareas, hasta que se acuesta a dormir a las 11:00 p.m., cansada, pero con la cabeza dispuesta a levantarse al otro día estando un escalón más cerca de cumplir su sueño.
"En Colombia me dieron una base sólida. Hay varias cosas que son diferentes de la forma de entrenar aquí que en la de Bulgaria, en donde entrenamos más intensamente, primero porque siempre hay escenarios disponibles, lo cual desafortunadamente no pasa siempre aquí en Colombia. De igual forma yo estoy muy agradecida con todo el equipo que me ha entrenado aquí en el país porque la mayoría de mi carrera ha sido en este lugar y disfruto entrenar acá también", señaló la deportista.
Aún en la distancia, Adriana tiene sentido de pertenencia por Bogotá y también traslada esa responsabilidad mirando hacia el futuro. Sueña con ser entrenadora, y aunque quedan muchos años para eso, ella siente la responsabilidad de volver a la ciudad para devolverle un poco de lo que le ha dado, y también de compartir con sus compañeras del Equipo Bogotá todos esos aprendizajes que adquiere en Bulgaria.
"Aunque no nos vemos mucho, mis compañeras me tratan muy bien, yo las quiero mucho y las aprecio. Son personas muy puras y muy trabajadoras, como ya pueden ver. No podrían haber conseguido esos resultados sin trabajar mucho. Ellas me preguntan lo que me dicen mis entrenadores de Bulgaria en diferentes temas y en diferentes elementos. A mí eso me parece muy bueno, porque a mí me gusta compartir acá lo que aprendo allá, porque no es justo que en Bulgaria crezca el deporte y acá en Colombia, no", soltó.
Bogotá no se siente tan lejos cuando de corazón la acompañan siempre mientras ella está en Sofía. Los entrenadores del IDRD siempre están pendientes de la actualidad de Adriana y la siguen en competencias vía streaming y tratan de tener contacto frecuente para estar al tanto de su desarrollo y así ellos saber cómo encaminar los entrenos cuando regresa a Colombia, en donde la espera todo un equipo bien reforzado para que ella pueda seguir creciendo y estar más cerca de alcanzar sus objetivos.
"Me dan la confianza de que cuando venga acá para competir, estando bien preparada o no, siempre me van a apoyar. Acá siempre tengo un seguimiento de las competencias que van en Colombia con el IDRD. Por ejemplo, cuando vengo acá a concentrarme, sé que en el centro de alto rendimiento hay un equipo para entrenarme, o en las competencias tenemos todo un equipo completo con fisios, psicólogos, prensa. De todo. Sé que siempre va a haber gente aquí que me pueda apoyar", destacó sobre el respaldo que recibe de parte del IDRD.
Adriana Zuleta es sincera y reconoce que en Colombia queda mucho por trabajar para que la estructura de la gimnasia rítmica sea equiparable a la que hay en Bulgaria, pero también resalta que hay un camino bien labrado para continuar en curva ascendente, y que desde el IDRD hay entrenadores preparados de manera óptima en esta disciplina, aunque para ella es indispensable que ese conocimiento se presente con mayor frecuencia a nivel nacional.
"En Colombia siento que además de entrenar menos horas por la disponibilidad del escenario, el conocimiento que hay es bastante más limitado porque hay menos personas que practican el deporte. En cambio, en Bulgaria, como es tan popular, cada entrenadora tiene un punto de vista diferente, entonces así puede evolucionar más rápidamente el deporte. En Colombia hay personas que saben mucho de la práctica deportiva, pero son más bien pocas, entonces no es tan rico el conocimiento", argumentó.
La ajetreada vida de Adriana Zuleta Andonova no termina. Tras lograr la medalla de oro en la modalidad de equipos los Juegos Nacionales Juveniles en Armenia, regresará a Bulgaria para continuar con sus estudios académicos y su preparación profesional. Eso sí, su corazón se quedará en Bogotá, y desde lejos seguirá su preparación para seguir creciendo y algún día disputar unos Juegos Olímpicos para darle a Colombia su primera medalla en la gimnasia rítmica. Y si está en un país potencia en la misma, no hay por qué no creer.
OFICINA ASESORA DE COMUNICACIONES – ARMENIA
SANTIAGO CLAVIJO MERINO - PERIODISTA
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