Duván Esneider García, la esperanza en lucha olímpica para Bogotá que quiere dejar un legado en los más jóvenes
Bogotá D.C., 10 de septiembre de 2024.- Es un salón con una colchoneta que llena toda el área del suelo. 12 niños y niñas que entrenan bajo las órdenes de un serio Maikol Suárez, el entrenador de las divisiones menores de lucha olímpica del Equipo Bogotá y quien camina con los brazos atrás de su espalda frunciendo la mirada y corrigiendo cada mal movimiento de sus pupilos. Unos están dando sus primeros ‘pinitos’, y otros ya dan campanazos para ser las próximas estrellas de la ciudad y del país.
De los 12 luchadores que se enfrentan en reñidos combates y tratan de neutralizar a su oponente para vencerlo, hay uno que por su técnica resalta sobre el resto. Aunque le cuesta, siempre saca un ‘as’ bajo la manga para imponerse en los entrenamientos. Se llama Duván Esneider García Muñoz, y aunque para muchos suene desconocido, ya su nombre ha sido protagonista en la escena internacional.
Por su contextura física de 1,60 centímetros de estatura, su piel trigueña y su pelo rizado, cualquiera pensaría que es un fiel representante del pacífico colombiano, pero la verdad es que nació en Bogotá hace 18 años y casi toda su familia también es capitalina, a excepción de su abuela -su gran inspiración- quien es oriunda del Tolima.
Duván inició su camino en la lucha olímpica a los 12 años en los gimnasios del Barrio República del Canadá, en Ciudad Bolívar. “Gracias a una entrenadora, Elizabeth Rivas, ella me enamoró de este hermoso deporte y ya llevo en esto siete años”, dice.
Desde el principio mostró una habilidad nata de los grandes prospectos de este deporte, y así lo demuestra su distinguido palmarés infantil y juvenil. Ha sido campeón Nacional Infantil, dos veces campeón Nacional Sub-17, campeón en Juegos Intercolegiados, dos veces campeón Nacional Juvenil y campeón Nacimiento Sub-23. Sin embargo, las medallas que más resplandecen en su vitrina son; una de oro que alcanzó en los Juegos Suramericanos de la Juventud 2022 en Rosario, Argentina, y una de plata en los Juegos Escolares Centroamericanos y del Caribe 2023 en Caracas, Venezuela.
A pesar de ese nutrido palmarés, Duván García tiene claro lo que lo ha llevado a convertirse en una promesa de la lucha olímpica en Colombia: la disciplina. En sus ojos se puede ver la zozobra que le embarga cuando habla de aquellos compañeros que conoció en el camino y que, por malas decisiones, tomaron un rumbo muy distinto al que pudieron tener. La delincuencia y las drogas son su realidad, mientras que para este joven luchador bogotano hay un horizonte con esperanza gracias al haberse centrado en su amor al deporte.
“La disciplina marca demasiado. Esto me ha enseñado a que hay un mundo más allá que el que hay en las calles. Tuve varios amigos que tomaron decisiones distintas a las mías, se fueron un camino que para mí no es el mejor. Puede que ellos no hayan tenido otras opciones, por eso yo estoy agradecido por tomar esta oportunidad gracias a mi tutora de ese momento, Elizabeth Rivas”, cuenta con mucha madurez.
Duván Esneider García tampoco tiene perfil de WhatsApp, en realidad nunca le interesó, pues dice que eso lo podría distraer de su foco deportivo. Este pensamiento se lo debe a la buena formación que ha recibido gracias a su entrenador Maikol Suárez, a quien ve como un padre deportivamente hablando. “Él es el que me ha forjado y me ha llevado a construirme como deportista. Gracias a toda mi familia, en especial a mi abuelita, que es la que me ha acompañado durante todo este camino”, recalcó.
A pesar de su juventud, Duván ha hecho todo el camino antes de dar el salto al profesionalismo, y sin titubear resalta que hay una competencia que le sirvió como ventana para darse a conocer en el resto del país y llegar a integrar la Selección Colombia sub-20 de lucha olímpica: los Juegos Distritales de la Juventud.
Hacer parte del Equipo Bogotá le ha dado un salto de calidad de vida a Duván y a toda su familia en líneas generales. Con el apoyo económico del IDRD, el joven luchador ha podido cambiar de residencia y poder apoyar al resto de sus familiares para salir adelante.
“Es un agrado representar mi bandera bogotana, eso me ha sacado de las dificultades que he tenido. Antes vivía en el barrio República de Canadá y ahora vivo en San Carlos, que como se dice, ya bajamos la loma. A nivel económico, el IDRD me ha ayudado tras haber sido campeón en los Juegos Suramericanos, además de poder entrar a apoyos con lo que también puedo ayudar a mi abuelita a comprarle un hogar en el futuro”, recalcó.
Duván Esneider García tiene claras sus ambiciones. En el horizonte el siguiente objetivo es brillar con luz propia en los Juegos Nacionales de la Juventud a final de año en el Eje Cafetero. Pero desde ya sueña con el futuro: subirse a un escaño del podio en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Dakar 2026 y en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
Dejando de lado lo deportivo, Duván se sincera y revela que tiene metas que van más allá de las preseas deportivas. Aunque su carrera en la lucha olímpica apenas empieza, quiere estudiar para convertirse en entrenador profesional y explotar todo el talento que Bogotá tiene en esa disciplina.
– ¿En qué piensa cada vez que entra a un combate? – le pregunto para cerrar esta entrevista.
– En poder darle el resultado a mi abuelita y a mi entrenador. Llegar a los próximos Olímpicos y por fin darle la casa que tanto quiere mi abuelita. – concluye Duván Esneider García con una sonrisa de ilusión en su rostro. A seguir ese nombre.
OFICINA ASESORA DE COMUNICACIONES – BOLETÍN 234