El cielo es el límite: Laura Ladino, 12 años de soñar con la paranatación y todo un futuro por delante
- Su discapacidad es congénita -nació sin su pierna derecha-, pero eso solo se ha convertido en un motivo para demostrarse a ella misma que en la vida no hay ningún obstáculo que no pueda superar.
Armenia, 25 de noviembre de 2024.- Una vez, consultado sobre su discapacidad por haber nacido sin una mano, el recordado beisbolista estadounidense de los años 90, Jim Abbott, quien jugó a nivel profesional en la MLB con los Angels de California, los New York Yankees y los Chicago White Sox, soltó una frase que recorrió el mundo: “la discapacidad no te define; lo que te define es cómo superas los desafíos de la vida”.
Sin complejos, sin verse menos que los demás, así compiten los jóvenes atletas paralímpicos que empiezan a construir un nombre en medio del ambiente deportivo del país. A pesar de su edad, le dan una lección al mundo que no hay imposibles y que solo el cielo es el límite.
Laura Ladino es una joven atleta de paranatación. Con 12 años, es una de las apuestas grandes del Equipo Bogotá en esta disciplina mirando hacia el futuro y desde ya ha revalidado su enorme potencial con logros alcanzados a nivel nacional e internacional.
Laura tiene una discapacidad congénita: nació sin su pierna derecha. Desde muy pequeña incursionó en el deporte para fortalecer su mentalidad y darse cuenta que, aún con esta condición, no era una niña diferente a las demás y que en esta vida puede alcanzar todo aquello que se proponga.
"Los doctores me dijeron que tenía que practicar un deporte, en lo más posible la natación, entonces la llevo practicando desde que tengo memoria, desde los cinco o seis años. Me ha ayudado bastante porque puedo decir que gracias a esta disciplina deportiva soy una persona independiente, autónoma, me ha hecho entender que hay veces que se gana y hay veces que se pierde. En ocasiones no se pueden hacer pruebas y hay otras veces que sí se pueden hacer. Me ayuda a crecer como persona", dice Laura con madurez a pesar de su inocencia.
Laura imaginaba jocosamente devolverse a Bogotá con dolores en el cuello por la cantidad de medallas que podía colgarse, pero por cambios en la programación, algunas categorías se unificaron y ella quedó fuera de competencia. Aunque el sol siempre sale, y sobre el final, pudo competir en una prueba y ganó la medalla de plata. Fue en los 50 metros libres clase S9, en la que registró un tiempo de 40.19 segundos.
El talento de esta joven paranadadora ya ha sido puesto a prueba en el exterior, en donde se miden a los mejores de cada latitud. El año pasado hizo parte de la nómina del Equipo Bogotá paralímpico que participó en los Juegos Sudamericanos Escolares en Santiago de Chile, en los que Ladino brilló con dos medallas de oro, una de plata y un bronce.
En ese proceso de formación y desarrollo ha sido fundamental el apoyo del IDRD para la joven carrera de esta paranadadora. La infraestructura de entrenamiento, el nivel de sus entrenadores y el respaldo económico para foguearse en competencias, le ha permitido crecer en su nivel y seguir mejorando en el día a día para superar sus propios límites.
"El IDRD me ha ayudado bastante ya que me dan un espacio para entrenar, y me han colaborado en varias cosas, he tenido su apoyo desde siempre. Además, estar en el Equipo Bogotá es un orgullo porque es representar a la ciudad en la que yo nací", afirmó.
"Que nosotros los jóvenes atletas contemos con el Instituto es muy importante porque, en mi opinión, un joven de entre 12 y 18 años está en el colegio, y no todo es el estudio, también hay una vida deportiva, y si uno dice que esa es su pasión, hay que montarle ganas para ser lo que uno desea", completó.
Laura no está sola en este sueño bajo el agua. En cada braceo piensa en su mamá, su papá y su hermano, “ellos son mi motivación cada día”, dice. Y también piensa en sus compañeros, no solo los del Equipo Bogotá, sino en todos aquellos que tienen alguna discapacidad. A ellos les envía un mensaje: el de nunca rendirse, el de siempre superarse a ellos mismos y a reconocer que tienen un universo que capacidades por demostrar, sin importar su condición.
"Hay que echarle muchísimas ganas. Es trabajo y sudor. Hay una frase que me gusta mucho: 'mente ocupada no piensa en nada'. No hay que pensar en lo malo, es echarle ganas para salir adelante. De las adversidades he salido gracias a mi familia y a mis amigos, a esa gente que me apoya y puedo decir que gracias al deporte también", puntualiza.
Laura Ladino sabe muy bien que no ha alcanzado todas las metas y que en el camino le quedan muchas más. ¿La que más la emociona? La de llegar a unos Juegos Paralímpicos. Aún queda camino por recorrer, pero nadie le quita de la cabeza la meta de estar en Los Ángeles 2028. Ni su prótesis le dice que no lo puede lograr, antes bien, la mira de reojo y le agradece porque sin ella, no creería que en este mundo no existen los límites, solo los que cada quien se ponga en su cabeza, y esta joven de 12 años no los tiene.
OFICINA ASESORA DE COMUNICACIONES – ARMENIA, BOLETÍN 13
SANTIAGO CLAVIJO MERINO - PERIODISTA
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