Camila y Daniela todavía no son grandes amigas, pero el deporte las unió para representar a Bogotá en Juegos Nacionales Juveniles. (Foto IDRD)
Dos jóvenes peloteras rolas integran el equipo que disputa las medallas de los Juegos Nacionales Juveniles, en Cali.
Cali, noviembre 15 de 2024. En la capital vallecaucana el invierno ha declarado tregua y sin sol pleno, las mañanas son algo toldadas y en las tardes la brisa de los Farallones refresca y saca a las chaquetas de su retiro.
Con este clima y en el preámbulo del arranque del torneo de sóftbol femenino, las jugadoras del Equipo Bogotá reconocieron el estadio de la Unidad Deportiva Jaime Aparicio y realizaron una breve jornada de calentamiento, con miras a su debut de este viernes frente a Sucre.
En medio de la veintena de peloteras, dos de las de menor talla y edad fueron convocadas aparte por el entrenador Wilmer Bustillo; ellas, rolas, apenas adolescentes, forjan sus primeras armas en este certamen pues “desde temprana edad se viene trabajando una reserva con 9 nueve niñas de la ciudad; a futuro se quiere tener un gran porcentaje de atletas locales”.
Naisla Daniela: la descubrieron en el colegio
Pocos son los centros educativos de la capital del país que tienen en su formación deportiva al sóftbol como una opción y tal vez por eso y la falta de escenarios se percibe el poco aporte local en las novenas de esta disciplina.
Pero el caso de Naisla Daniela Chacón Ávila no fue así, pues una de sus profesoras de educación física (una materia “cenicienta” para muchos) fue su mentora y tutora en los fundamentos y primeros pasos y quien la recomendó a la Liga Bogotana a donde llegó hace más o menos un año.
A los 13 años edad, es una de las deportistas más jóvenes de las justas, terminó séptimo grado en el IED Rodolfo Llinás, ubicado en el barrio Bolivia, al noroccidente de la ciudad, y vive muy cerca de ahí junto a su familia y mascota.
Actúa como outfiled o shortstop, siente que su proceso avanza aprendiendo rápido y se nota su orgullo por representar a la ciudad a nivel nacional. En plena adolescencia, le gusta entrenar, bailar (ella sola, aclara) y escuchar música de todo género y ahora se alista para el gran reto de subir al podio de las medallistas.
Camila: “No me gusta el reguetón popular”
Menuda sorpresa tal afirmación, viniendo de una adolescente de 14 años, pero de una eso devela su origen, con madre cartagenera y padre bogotano (ya instalados en la tribuna del estadio Simón Carbonell), pues le agrada escuchar salsa, vallenato y champeta… Y sacar a pasear a su mascota, una canina de nombre Mía.
De tal familia con asiento en el tradicional sector de Los Andes, con hermano beisbolero, Camila encontró su sendero acompañado los entrenamientos de béisbol del club Ecopetrol, en la calle 100 con avenida Suba y de ahí su goma por guantes, bates y cascos.
María Camila Vivas Avendaño cursa octavo grado en el colegio Nueva Inglaterra y llega al proceso bogotano en una transición desde el diamante más grande para integrar la selección distrital ya que “el profe Wilmer me ha dado la oportunidad y me acoplé muy rápido” ya en su rol de segunda base con nociones de pitcher.
“Estoy muy feliz de haber sido escogida y llevar los colores de mi ciudad” señala esta deportista de 14 años, muy locuaz y expresiva, con pañoleta y lentes oscuros, mientras mira de reojo a sus compañeras entrenando y con “maripositas en el estómago” antes del debut.
Softbol femenino Equipo Bogotá en Cali
OFICINA ASESORA DE COMUNICACIONES – CALI, BOLETÍN 02 CÉSAR AUGUSTO PRIETO - PERIODISTA 3125810706
Aquí si pasa en Bogotá mi Ciudad, mi Casa celebró con éxito la llegada de los leones gracias al trabajo articulado entre distintas entidades del Distrito, que garantizaron la seguridad y el bienestar de todos los asistentes.