El 15 de diciembre de 1974 fue la primera vez que los bogotanos se apropiaron de las calles desplazando a los vehículos para crear un espacio recreo-deportivo y dar paso a lo que actualmente se conoce como Ciclovía.

El “Mitín a favor de la Cicla”, como lo tituló el periódico El Tiempo, fue iniciativa de una organización independiente sin ánimo de lucro denominada “Pro-cicla” y el Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte, que habilita dos vías de la ciudad, la carrera 7 y la carrera 13, el centro de la ciudad, por tres horas, de 9:00 a.m. a 12:00 m., para el tránsito de bicicletas. Al evento asistieron más de 5.000 personas, quienes salieron a manifestar en contra de la proliferación de automóviles, la contaminación ambiental y la falta de oferta recreativa en la ciudad.

En 1976, la Alcaldía de Bogotá tomó la decisión de destinar vías, estratégicamente situadas, para el tráfico exclusivo de ciclistas y peatones.

El 7 de junio de ese mismo año, se expidieron los decretos 566 y 567 donde se crea 'La Ciclovía', donde a su vez, se preveén los diferentes tipos de Ciclovía, dependiendo de su uso específico. Se considera la posibilidad de establecer el uso exclusivo de bicicletas por un tiempo específico (de carácter transitorio), que es el caso de la Ciclovía dominical y festiva, que a la fecha acoge a este decreto para su funcionamiento y ciclopistas para uso permanente, lo que actualmente conocemos como ciclorruta.

El decreto dio pleno funcionamiento a la Ciclovía a partir del 20 de junio de 1976.
 

Reestructuración de la Ciclovía. El IDRD asume su manejo

Luego de casi dos décadas de continua actividad en la Ciclovía, esta había perdido parte de su extensión y su relevancia en la ciudad. Las señales de cierres elaboradas en la etapa inicial eran las únicas existentes, las cuales contaban con el desgaste natural del tiempo al estar continuamente expuestas al movimiento y las condiciones climáticas.
El programa no contaba con apoyo administrativo ni programación alguna. Se había reducido a menos de 20 kilómetros, casi todos en estratos socioeconómicos medio alto y alto. 

En 1995, el programa de Ciclovía pasa de ser administrado por la Secretaría de Tránsito y Transporte, al Instituto Distrital de Recreación y Deporte – IDRD, que crea el rol del Guardián de la Ciclovía, para realizar las funciones de habilitación y cuidado de este espacio.

La visión fue crear “el parque temporal más grande del mundo” que contribuyera a mejorar la calidad de vida de todos. Los principales objetivos establecidos fueron:

  • Recreación gratuita para todas las personas.
  • Contribuir a la mejora de la salud física y mental de todos.
  • Mejorar el medio ambiente con menor ruido y mejor calidad de aire.
  • “Cambio mental” entendiendo que las calles hacen parte del espacio público y pueden tener diferentes usos según la hora del día y el día de la semana.
  • Integración social de ciudadanos de todas las edades y condiciones socioeconómicas.

Teniendo en cuenta esos objetivos, se realizaron las transformaciones entre los años 1995 y 2000, las cuales tuvieron tal magnitud que se puede considerar como un renacimiento de la Ciclovía:

  • Se pasó de un cubrimiento de menos de 20 kilómetros a 121 kilómetros, mejorando su alcance a diferentes sectores de la ciudad. 
  • Se multiplicó el presupuesto en más de 10 veces y los participantes a más de millón y medio, en promedio, cada domingo y festivo del año.  
  • Se incrementó el horario en dos horas, de 7:00 am a 2:00 pm, y además de los domingos se sumaron los días festivos.
  • Fue creado un sistema administrativo incluyendo el establecimiento de Guardianes de la Ciclovía (gerentes de sectores), miles de voluntarios, y la presencia de personal de la Policía Nacional.  
  • Se promocionó la recreación y la actividad física en la Ciclovía con actividades como montar bicicleta, caminar, correr, usar patines, entre otros. Se crearon campañas publicitarias en varios medios.
  • Teniendo en cuenta otras necesidades, se crearon las Recreovías, espacios delimitados a lo largo de la Ciclovía, en donde se dirigen clases musicalizadas de aeróbicos y actividad física.
  • Se organizó el comercio informal a lo largo de las rutas habilitadas, mejorando el uso inteligente del espacio público.
  • Fueron diseñadas e instaladas señalizaciones adecuadas a lo largo de la vía para los cierres de vías, así como para ayudar a reducir velocidad y campañas de comportamiento.
  • Se generó mayor interés por parte de empresas privadas de patrocinar la Ciclovía y promocionarla.
  • Se realizó la primera Ciclovía nocturna en diciembre de 1999 con la participación de más de tres millones de personas.

 

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Historia ciclovía bogotana -